Es un trastorno funcional gastrointestinal caracterizado por episodios recurrentes de dolor abdominal, malestar y alteración del hábito intestinal.
La prevalencia de la enfermedad es del 7 al 10% con una frecuencia 1,5 veces mayor en mujeres siendo además su diagnóstico más prevalente en menores de 50 años.
En la actualidad se cree que el SII es causado por anomalías de la función digestiva, especialmente de la motilidad y de la sensibilidad. En la mayoría de los casos no existe un motivo conocido que origine el SII aunque puede estar relacionado con antecedentes estresantes o ansiedad, también existen datos que apoyan la influencia tanto de factores genéticos como ambientales familiares.
El tratamiento dietético para el Síndrome de Intestino Irritable (SII) ha sido hasta ahora un planteamiento bastante conservador, que intentaba compensar los síntomas de cada paciente mediante una aproximación dietética tradicional.
No obstante, ha surgido en el campo de estudios de la nutrición sobre el SII, una nueva evidencia, y está relacionada con la efectividad del manejo de síndrome de intestino irritable con una dieta baja en oligosacáridos, disacáridos, monosacáridos y polioles fermentables de cadena corta pobremente absorbidos, denominados FODMAPs. La restricción de alimentos que contienen estas sustancias, ayuda a mejorar considerablemente los síntomas característicos de este síndrome, mejorando la calidad de vida de estos pacientes.
Cabe destacar que la prescripción de esta dieta se realizará teniendo en cuenta como primer lineamiento la tolerancia individual de cada paciente y es necesario que se realice bajo el asesoramiento de un profesional de la nutrición, de esta manera, se garantiza que los pacientes tengan una dieta equilibrada sin provocar una deficiencia nutricional.
Por otro lado, se requiere una relación positiva con el paciente para poder determinar la tolerancia individual de ciertos alimentos y evitar una restricción innecesaria de alimentos que el paciente pueda tolerar adecuadamente. Una restricción innecesaria llevaría a que los pacientes no se adhieran fácilmente al plan.
Autor: Lic. Silvana Daniela Lucero
Licenciada en Nutrición Mat. 1541